El 7 de diciembre de 2020 se aprobó una reforma a la Ley Orgánica del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) que busca dotarlo de la flexibilidad necesaria para transformar sus servicios de formación y capacitación profesional en concordancia con los requerimientos de un sector productivo inmerso en los desafíos de la cuarta revolución industrial, de manera que se garantice la empleabilidad de los egresados del Instituto, y se apoye el desarrollo de nuevos emprendimientos y se brinde apoyo a la pequeña y mediana empresa, en conjunto con el Sistema de Banca para el Desarrollo. Con este fin se modifican el régimen laboral del Instituto, su sistema de becas y ayudas económicas y se incluyen explícitamente la empleabilidad, el desarrollo empresarial y la promoción de la inserción laboral como fines explícitos de la institución.
En este documento se analiza el contenido de la reforma, los avances en su reglamentación, y se identifican oportunidades y peligros para lograr que su implementación no solo sea exitosa, sino que constituya un primer paso en un proceso de actualización continua de la oferta de servicios y las modalidades para ofrecerlos por parte del INA.