Costa Rica es un país que ha alcanzado grandes logros en el campo económico y social. Entre los primeros están la diversificación productiva, el incremento en las exportaciones y la inversión extranjera directa; entre los segundos, una gran cobertura educativa, salud universal y democracia plena. Sin embargo, enfrenta, como muchos otros países de la región, significativos retos. Varios son resultado de problemas estructurales que venimos arrastrando desde hace varias décadas y en muy diversas áreas del desarrollo.
Estos problemas se agravaron con la crisis por la pandemia de la covid-19; el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania, con la cual se exacerbó el incremento de la inflación a nivel internacional; la crisis de los contenedores y la ruptura de las cadenas de suministro. Además, el incremento de la migración, vinculada a la falta de oportunidades y la inseguridad en muchos países, y el reducido espacio fiscal con que actualmente contamos, complican aún más la atención de estos retos. Como si fuera poco, a esto debemos sumar los desafíos del cambio climático, la revolución tecnológica, el cambio demográfico, el persistente nivel de pobreza y de desempleo, así como la creciente desigualdad y la inseguridad ciudadana.
Ante este escenario, la Academia de Centroamérica consideró importante reunir a un destacado grupo de expertos, para que nos ayudaran a entender no solo los retos que enfrentamos en los anteriores campos, sino también las oportunidades que tenemos. Pretendemos así colaborar en la construcción de una hoja de ruta que nos permita trabajar de manera integral, buscando atender apropiadamente los principales desafíos, al mismo tiempo de aprovechar las circunstancias que se nos presentan, para lograr alcanzar un mayor nivel de desarrollo para todos. Es decir, contar con un análisis fundamentado de estos retos y oportunidades, así como plantear recomendaciones de política que impacten positivamente el bienestar de la ciudadanía en el corto, mediano y largo plazo.
Como punto de partida, se decidió trabajar sobre los dieciséis campos de acción contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública 2023-2026 (PNDIP), presentado por el Poder Ejecutivo en el año 2023. Estos campos, en orden alfabético, son: Acción Exterior; Agricultura; Ambiente y Energía; Ciencia, Tecnología e Innovación; Comercio Exterior; Cultura; Hacienda Pública; Mercado Laboral e Inclusión Social; Obras Públicas y Transporte; Pobreza y Desigualdad; Productivo y Desarrollo Regional; Salud; Seguridad Ciudadana y Justicia; Telecomunicaciones, y Vivienda, Hábitat y Territorio.
Se le pidió a cada experto que, en su respectivo campo, indicara de manera resumida el contenido del PNDIP; y con base en el contraste entre la situación actual y el análisis del Plan, procediera a plantear recomendaciones de política para avanzar en el corto, mediano y largo plazo. No se trata, por tanto, de hacer una crítica al PNDIP –aunque es posible que la haya–, sino aportar a la discusión fundamentada sobre cómo enfrentar los retos del país en cada uno de estos campos y aprovechar las oportunidades, mediante intervenciones que van más allá del período de gobierno y plantear una visión de largo plazo.
Del análisis realizado, se concluye que la mayoría de políticas planteadas en el PNDIP son importantes, aunque insuficientes para alcanzar un mayor nivel de bienestar para los costarricenses, principalmente en el mediano y largo plazo. Además, no queda clara la forma en que se coordinarán las diversas políticas entre los múltiples actores, ni cómo se monitorearán los resultados y se evaluarán sus impactos, a fin de medir el progreso y definir acciones correctivas cuando así se requiera. Por ello, la Academia de Centroamérica agradece a los expertos su esfuerzo en sugerir políticas adicionales a las contempladas en el PNDIP, así como sobre el marco institucional con el cual se deben implementar dichas políticas.
Esperamos que este documento sirva como insumo para definir una hoja de ruta y que, acordadas las políticas requeridas para hacerle frente a los retos y aprovechar las oportunidades que enfrenta el país, se proceda luego a establecer un orden de prioridades y determinar los requerimientos políticos, legales, institucionales, financieros y de recursos humanos para alcanzar los resultados deseados.