E l 21 de octubre, el INEC publicó los resultados de la última encuesta de hogares. Esta es una gran oportunidad para hablar de los avances o retrocesos del país en temas desigualdad, empleo y pobreza. Esto es particularmente importante, pues en febrero tenemos elecciones presidenciales.
En el gráfico 1 muestro la evolución de la pobreza y el desempleo desde 1995. En porcentaje de hogares en condición de pobreza para el 2021 se estima en 23%, y la pobreza extrema se estima en un 6.3%. Si bien es cierto ambos indicadores muestran mejoras con respecto al 2020, son valores que hacen que los niveles de pobreza estén ligeramente arriba de la tendencia desde hace 25 años. Similarmente, el desempleo en el 2021 se estima en 11.2%. Un valor muy bueno considerando que el desempleo el año pasado alcanzó un máximo histórico de 17.4%. Lamentablemente, 11.2% es el máximo reportado desde 1995.
En el gráfico 2 muestro el desempleo por quintiles de ingreso. La línea negra para el 2021 muestra que el desempleo del 20% de hogares más pobres del país se estima en un 28.7%. Mientras que la línea naranja muestra que el desempleo en el 20% de hogares más ricos se estima en un 2.8%. Similar a los indicadores de desempleo y pobreza que mostré en el gráfico anterior, a pesar de que hay mejoras significativas con respecto al año pasado, los niveles actuales siguen siendo altos históricos.
No todo es malo sin embargo. Hace unos días, el Ministerio de Hacienda reportó que a setiembre se logró un superávit primario acumulado (ingresos menos gastos) de 0.26% del PIB. Este es el mejor resultado desde setiembre del 2008, y también es una muestra de que la reforma y disciplina fiscal del gobierno han dado resultados. Esto trae confianza en la economía costarricense, lo cual contribuye a que se puedan conseguir préstamos a mejores condiciones y renegociar la deuda del país. Esto ya se ha visto reflejado en las tasas de interés del país, donde la tasa de interés a 3 años era de 6.24% en enero, para octubre es de 3.3%.
Similarmente, la tasa de interés a 10 años en enero era de 9.19%, para setiembre es de 5.2%. A pesar de estas mejoras muy significativas, el pago de intereses fue de 4.15% del PIB. La cifra más alta en los últimos 15 años. De tal manera que es indispensable avanzar con los proyectos de la agenda del FMI, para así liberar recursos que nos permitan invertirlos en el bien del país y la economía.
Podemos discutir por horas y sobre quiénes son los responsables del déficit fiscal, el desempleo o la pobreza actual. Pero lo que es irrefutable que Costa Rica tiene mucho que corregir en el corto plazo. Lamentablemente, a pesar de haber 20 candidatos presidenciales no parece existir una propuesta clara para hacerle cara a los problemas del país. Al contrario, lo que parece haber es una venta de humo generalizada. El primer error es asumir que con menos impuestos y menos gasto de gobierno resolvemos el problema fiscal del país. A nadie le gusta pagar impuestos, pero cualquier persona que haya revisado las cifras fiscales del país sabe que en el corto plazo no salimos adelante sin el acuerdo con el FMI. Negar esto es pura demagogia.
Con respecto al mercado laboral y la pobreza, he repetido esto desde hace años: Más del 60% de la población que está en edad de trabajar no ha terminado secundaria, y solo alrededor del 10% de la población entre 25 y 65 años habla inglés, cifra que se ha mantenido estable por más de una década. Además, más de un millón de personas trabajan en la informalidad y desde el 2009 al menos uno de cada cinco de las personas más pobres de este país ha estado desempleada. Hasta la fecha no he escuchado de un solo plan que ataque al desempleo actual y sus problemas estructurales que no han sido resueltos en más de una década.
El mensaje es sencillo: no compren humo. Costa Rica todavía tiene como salir adelante. Pero no hay que dejarse seducir por campañas políticas llamativas ni ideas que suenan bien, pero no tienen sustento.
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Publicación original en crhoy.com (29/10/2021)