E n un mundo cada vez más globalizado e integrado, es necesario saber otros idiomas para poder tener acceso a nuevos mercados y ser competitivos en ellos. Al ser el inglés el idioma predominante en las relaciones internacionales, la ciencia, las comunicaciones y el comercio internacional, dominarlo es cada vez más una necesidad que una opción.
Desde finales de los 90, el país ha apostado por una estrategia de desarrollo y crecimiento económico basada en la atracción de inversión extranjera directa (IED) de alto conocimiento, apertura comercial y atracción de turistas. Todas estas actividades, al estar muy ligadas con la economía mundial, tienen una gran demanda de trabajadores que hablen inglés.
A partir de las encuestas de hogares del país del 2005 al 2016, mi colega Suráyabi Ramírez y yo, estimamos las diferencias entre los trabajadores que dominan el inglés y los que no en el mercado laboral. En particular, calculamos las diferencias sobre el salario neto, horas trabajadas, salario por hora, y en las probabilidades de recibir aguinaldo, tener vacaciones pagadas y tener seguro de enfermedad. Asimismo, consideramos sólo a los trabajadores asalariados entre 25 y 65 años que trabajan entre 30 y 60 horas semanales. Nuestras estimaciones consideran el sexo, edad, nivel educativo, zona de residencia, condición de inmigración y sector donde laboran las personas.
Encontramos que los trabajadores del sector privado que dominan inglés respecto a los que no son competentes en este idioma, tienen un salario neto 25% mayor, ganan alrededor de 2 dólares más por hora y trabajan 1,1 menos horas por semana. Asimismo, los trabajadores del sector privado que hablan inglés tienen probabilidades de 2.4, 2.6 y 1.5 puntos porcentuales mayores de tener vacaciones, seguro de enfermedad y recibir aguinaldo que los que no hablan inglés. Al estimar estas diferencias por cada nivel educativo considerado en las encuestas de hogares siguen habiendo diferencias muy grandes y estadísticamente muy significativas. Por ejemplo, un asalariado con primaria incompleta que habla inglés tiene un salario neto 38% mayor que uno que no lo habla. Mientras que para asalariados con educación superior, la diferencia es de un 20%.
Muy importante, los resultados se mantienen al considerar la industria de las personas dentro de nuestras estimaciones. Por lo tanto, la evidencia sugiere que estas diferencias en los beneficios laborales no son explicadas por la aglomeración de trabajadores en ciertos sectores de la economía. Esto es un resultado muy alentador, pues sugiere que los trabajadores del país pueden beneficiarse laboralmente de saber inglés sin importar donde laboren.
Además de estos resultados agregados, al observar la diferencia de estos beneficios laborales por año, los resultados se sostienen. Para ilustrar un poco, el siguiente gráfico muestra el porcentaje adicional de salario neto que ganan las personas que hablan inglés con respecto a las personas que no lo hablan por año.
En promedio, una persona asalariada que domina inglés gana entre 14.2% y 22.6% de salario neto adicional que una persona asalariada que no lo habla. Mientras que para los trabajadores del sector privado, la prima está entre un 19.9% y 32.1%. La prima salarial en el sector privado es más alta que la de todos los trabajadores, pues estos últimos incluyen los trabajadores del sector público; para los cuales sus compensaciones salariales están definidas por reglas estrictas que varían poco en el tiempo.
Estas diferencias salariales y en la calidad del trabajo son grandes y significativas en el tiempo. Empero, preocupa que estas primas por habilidad no disminuyen a través del tiempo. Dado que el país se ha enfocado en atraer IED y abrir mercados desde hace más de 20 años, uno esperaría que estos premios vayan bajando en el tiempo conforme más trabajadores aprenden inglés, pues se convierte en una habilidad menos escasa en la economía y por lo tanto menos premiada.
En resumen, la evidencia sugiere que el inglés sigue siendo una habilidad muy premiada en la economía costarricense. Empero, a pesar de que el país ha sido exitoso en insertarse en la economía mundial y atraer IED, siguen existiendo retos importantes de política pública para sacarle el máximo provecho a estos logros.
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Publicación original en crhoy.com (21/08/2017)