E n las elecciones del domingo, cada voto puede hacer una gran diferencia. Con más de un quinto del padrón electoral indeciso y con ningún candidato cerca del 20% de los votos, esto se lo puede llevar cualquiera. Además, hay una gran diversidad de candidatos por lo cual no “todos son iguales”, ni “todo seguirá igual”. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que hay consideraciones importantes que cualquier candidato responsable debe tener presentes.
Primero que todo, el reto más importante del país actualmente es el déficit fiscal. Hay una realidad muy sencilla y demostrable: el país requiere una reforma fiscal. Actualmente, el déficit representa un 6.19% del PIB, el cual corresponde a 3.06% de déficit primario (Ingresos menos gastos) más 3.13% de intereses (pago de deuda pública). Estos números por si mismos no dicen mucho, así que considere el siguiente ejercicio: ¿Qué tendríamos que recortar hoy para desaparecer el déficit fiscal?
En el cuadro adjunto muestro cada título presupuestario del gobierno como porcentaje del PIB para el 2018. En amarillo muestro una combinación de títulos presupuestarios que si se eliminaran por completo serían iguales al déficit primario. Entonces, según vemos, desaparecer totalmente el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Tribunal Supremo de Elecciones y 12 ministerios cubriría el déficit primario, no obstante, todavía faltaría pagar otro 3% del PIB. Además, cerca del 96% del gasto de gobierno está fijado por compromisos legales, constitucionales y obligaciones ineludibles que impiden realizar recortes sin violar la ley; adicionalmente, durante el próximo vence el 46% de la deuda pública (1).
¿Cuáles consecuencias tiene lo anterior? Que en el corto plazo no se puede solucionar el problema del déficit fiscal sólo con recortes del gasto y medidas de contención. Podemos oponernos ideológicamente y señalar culpables de esta situación, pero estas discusiones son irrelevantes ante la matemática del déficit. Es muy fácil oponerse teóricamente a más impuestos y nada más abogar por recortar el gasto “excesivo” e “irresponsable”, pero la aritmética es clara en el corto plazo, tiene que haber una reforma fiscal.
A pesar de la deteriorada situación fiscal del país en el corto plazo, cabe destacar que Costa Rica no está mal como algunos tratan de hacernos creer. Desde el 2006 somos el país Latinoamericano con el crecimiento en salarios reales promedios más alto, y el segundo más alto desde el 2000. También, desde el 2000 y el 2006, el crecimiento anual promedio de nuestro PIB per cápita ha sido el doble que el de América Latina y el Caribe, donde sólo dos países con un PIB per cápita más alto que el nuestro crecieron más rápido que nosotros: Uruguay y Panamá (2). Esto es evidencia de que a pesar de grandes problemas que tenemos, el país no ha dejado de ser competitivo ni capaz de generar eficientemente riqueza. Además, seguimos siendo el país que abolió el ejército, y somos potencia mundial en biodiversidad, generación de energía renovable (3) y de indicadores de felicidad (4).
Estos logros deben fortalecerse y nuestras virtudes deben defenderse. Quienes nos perfilan como un país desastroso y sin rumbo, muestran un claro desconocimiento de la realidad económica. Se han cometido errores y hay mucho que mejorar, pero somos una nación que tiene con qué encarar el futuro si tenemos el liderazgo correcto y se toman decisiones sensatas. Por esto, y ante los retos que enfrentamos, no es responsable escoger un candidato que a menos de una semana de las elecciones sea incapaz de mencionar a una sola persona en su equipo de gobierno, ni otro con una propuesta tan absurda como la de cancelar todos los viajes fuera del país mientras haya déficit fiscal. Tampoco es responsable escoger un candidato incapaz de decir claramente cómo atacará el déficit fiscal, ni a cualquiera que no esté dispuesto a aparecer en debates políticos.
Pese a todos los retos que tenemos, yo creo que los mejores días de nuestro país están todavía por venir. Pero sobre todo, yo creo que el poder de lograr esto está en nuestro voto, y por esto, este domingo debemos votar por la opción más sensata para el futuro.
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Publicación original en crhoy.com (02/02/2018)