1. - El Banco Central puede equivocarse por varios motivos. Desde el punto de vista de los instrumentos que escoge para actuar puede hacerlo de manera errónea o puede escogerlos acertadamente pero aplicarlos mal. Desde el punto de vista de cuando decide actuar lo puede hacer de manera oportuna o tardía.
2.-Durante el remezón del mercado cambiario ocurrido recientemente, el BC optó de una parte, por tomar las medidas correctas para detener el aumento violento del tipo de cambio nacional y de otra decidió actual tardíamente.
3.-En cuanto a los instrumentos escogidos el BC decidió básicamente: - Aumentar la oferta de dólares en el mercado cambiario mediante la venta de una parte de sus reservas monetarias internacionales (RMI). Reafirmó así el Banco Central su decisión de utilizar las RMI como un instrumento de política monetaria para estabilizar el tipo de cambio. - Disminuir las disponibilidades de colones mediante la venta de títulos en colones a diferentes plazos. Así, el BC intervino en diferentes puntos (plazos) de la curva de rendimientos.
4.-El Banco Central tomó otras medidas enmarcadas en alguno de los dos puntos anteriores como, por ejemplo, la obtención de un préstamo del Fondo Latinoamericano de Reservas y el aumento de la tasa de interés de política monetaria.
5.-Ahora bien, una cosa consiste en frenar una alza pronunciada y desordenada del tipo de cambio otra muy diferente es ¿hasta dónde disminuirá el Banco Central el tipo de cambio? Un desacierto importante del Banco Central ha sido la manera de comunicar su política. Se afirma que el objetivo es mantener un tipo de cambio que esté en “equilibrio” el cual refleje la oferta y la demanda de divisas en el “mercado” cambiario y además que los “fundamentales” de la economía están en orden. Esta cantilena representa un galimatías que la opinión pública no tiene por qué entender. Se crea confusión y suspicacia (gato encerrado). Y quienes son más versados en estos temas, tampoco se lo creen. Primero, porque en el mercado cambiario hay agentes económicos que inciden en la cantidad ofrecida y la cantidad demandada de dólares y segundo, porque la lista de los llamados “fundamentales” no está escrita en piedra y no se conoce la importancia relativa de cada uno de ellos. Insistir en este planteamiento crea incertidumbre y zozobra. En ambos casos, se pone en entredicho la credibilidad del Banco Central. Por consiguiente la comunicación deber ser transparente: primero, el régimen cambiario no es ni será el de una flotación administrada sino una intervención administrada; segunda, el funcionamiento de la intervención administrada se lleva a cabo mediante ciertas reglas establecidas discrecionalmente por el Banco Central y tercero, esas reglas de intervención en el mercado cambiario son confidenciales. ¡Punto! Que cada quien aguante su vela. ¡Al menos hasta mayo del 2018!
6.-La intervención del Banco Central fue tardía. Su reacción se hizo esperar. Y esto representa una falta grave en el cumplimiento de sus deberes. Desde hace varios años en su informe anual sobre el país la Misión de Consulta del Fondo Monetario Internacional ha insistido, sin tapujos, en la necesidad de permitir una mayor flexibilidad – hacia arriba y hacia abajo – del tipo de cambio. De igual manera, se ha manifestado un grupo importante de economistas encabezado por don Carlos Blanco (La Nación, 23 junio 2016). El Banco Central puso oídos sordos. El propósito de esta sugerencia no es favorecer a ciertos grupos exportadores, sino más bien, convencer a quienes desean endeudarse en dólares del riesgo que asumen y el peligro al cual se exponen.
7.-Las preguntas que surgen son obvias: ¿Por qué el BC permitió que la situación se le fuera de las manos? Da la impresión que los acontecimientos – el aumento violento del tipo de cambio – lo tomó por sorpresa. ¿Por qué? Es claro que si el tipo de cambio se mantiene prácticamente fijo durante muchos meses, pequeñas alzas desencadenen presiones del lado de la demanda de dólares de parte de los deudores en esa moneda y de quienes desean ponerse a salvo ya que no están acostumbrados a dichas variaciones. Y una vez iniciado el movimiento al alza intervienen, ni lerdos ni perezosos, los “especuladores”, siempre a la caza de nuevas oportunidades. ¿Por qué el BC permitió a los “especuladores”, durante varios días, hacer de las suyas en el mercado cambiario? ¿Por qué tardó tanto tiempo al BC para “amarrarse los pantalones” y así controlar de nuevo la situación del mercado cambiario.
8.-Esta manera de actuar perjudicó al sistema financiero y, por ende, a la economía del país. Peor aún, se puso innecesariamente en entredicho la confianza en el BC, es decir en su principal activo. El BC se disparó a sus propios pies.
9.-Ahora bien, lo anterior es historia. La leche derramada no se puede recoger. ¿Qué deparará el futuro inmediato? Tal como sucede en el campo de las finanzas públicas, nada importante sucederá en los próximos diez meses, e igualmente acontecerá en el ámbito de la política monetaria y cambiaria. Los dados ya están echados. El BC considera como su “logro” más significativo la estabilidad del tipo de cambio. Por consiguiente, mantendrá su política y la defenderá a capa y espada, al menos durante el periodo de los próximos diez meses. Esto sin parar mientes en el peligro que implica el riesgo sistémico para el país, consecuencia de la acumulación de pasivos en dólares, tanto en el sector privado como en el público.
10.- Para finalizar, es necesario hacer referencia a un tema que no debe quedarse en el tintero. Se trata de cuál será la reacción del Conassif ante las circunstancias actuales. Concretamente, ¿se echará el Conassif la carga sobre sus espaldas? Es decir, ¿reforzará el Conassif sus medidas macroprudenciales para encarar la situación? Decisión, esta que, en última instancia, significa proceder a aumentar el capital y las reservas de los diferentes intermediarios financieros (bancos comerciales, fondos de inversión, fondos de pensiones, compañías de seguros, cooperativas). O por el contrario ¿se pateará el balón para adelante a la espera de que se aclaren los nublados del día?
Articulo original de CRhoy