D e acuerdo con cientos de encuestas del Latinobarómetro, del Americas Barometer y del Bennett Institute de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido; los jóvenes apoyan menos a la democracia que sus padres y son más indiferentes frente a las alternativas (el autoritarismo). La mayoría, incluso, está insatisfecha con la democracia y son más propensos a apoyar a líderes populistas de izquierda o de derecha (al menos, en sus primeras etapas).
Por si fuera poco, participan menos en los procesos electorales, con lo que dejan a sus mayores tomar decisiones por ellos. En el referendo del Brexit, por ejemplo, aunque los jóvenes ingleses preferían ampliamente continuar en la Unión Europea, acudieron mucho menos a las urnas que los más adultos, con el resultado de que los mayores de 50 años terminaron decidiendo la salida de la Unión.
¿Por qué ocurre ello? ¿Por qué el desencanto con la democracia? Hay muchas hipótesis sobre esto.
La primera dirá que la democracia es aburrida: resuelve mejor los problemas de una sociedad, pero no nos promete ni nos garantiza el paraíso (los populistas, en cambio, sí lo hacen, aunque lo que logren sea bajar las escaleras del infierno).
Una segunda hipótesis, diría que el debate y los insultos que llenan el paisaje noticioso de las sociedades libres, abruma a la juventud, por lo que parece más segura la ausencia de opciones de los regímenes autoritarios.
En tercer lugar, se dice que como no conocieron las alternativas autoritarias, porque nacieron en democracia, dieron por sentadas sus libertades y las dejaron perder.
En cuarto lugar, se diría que lo hacen por rebeldía. Si el signo de la juventud es la rebeldía, y como sus padres apoyan más la democracia, pues hay que apoyar las alternativas.
En quinto lugar, podría decirse que lo hacen porque todos los candidatos les parecen igualmente malos y corruptos, porque son los mismos de siempre; entonces un candidato populista puede serles atractivo (al menos, no parece de los mismos).
En sexto lugar, porque sienten que el sistema no da respuestas a sus preocupaciones y necesidades. Aunque son más educados, mejor alimentados, más informados y más saludables que nosotros, y aunque vivieron con menos limitaciones su niñez, al llegar a la vida adulta se encuentran con más dificultades que sus padres para acceder a una vivienda o para encontrar un trabajo acorde con sus estudios.
Para esto último, lo primero es desmantelar las trabas, bien intencionadas o no, que les dificultan encontrar trabajo y acceder a una vivienda propia. Las regulaciones gubernamentales y las formalidades, por ejemplo, conspiran contra ese objetivo, aunque se diga que el objetivo de las mismas es proteger a los trabajadores y al medio ambiente.
Paradójicamente, a los jóvenes los entusiasman más los líderes más viejos (Bernie Sanders, Mujica, por ejemplo), que sus propios compañeros de generación. Apoyan más los gobiernos con líderes populistas, de izquierda o de derecha, que a gobiernos dirigidos por líderes sensatos y equilibrados.
Sea cual sea la razón, lo cierto es que los jóvenes están relativamente desilusionados con la democracia. Y eso es grave porque no es posible sostener un país y una democracia si no somos capaces de ilusionar a la juventud y de reconocerles sus capacidades, aportes y liderazgos.
Empecemos por entender, y no olvidar, qué quieren los jóvenes y en qué se diferencian de nosotros:
Bien, muy bien, pero a qué aspiran, en qué se nos parecen. En lo esencial, aspiran a lo mismo que nosotros:
Aunque difieren en los énfasis, no se diferencian tanto de nosotros. Conviene que lo entendamos y nos acerquemos más a ellos, mucho más. Pero sin poses falsas o aburridas y sin fórmulas mágicas (aunque ellas sean las que los atraigan).
Quieren, básicamente, lo mismo que nosotros. No lo olvidemos.
Envíe sus dudas o comentarios a rodolfoepizar@gmail.com.
Las opiniones expresadas en esta publicación son del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de la Academia de Centroamérica, su Junta Directiva, ni sus asociados.
Publicación original en crhoy.com (17/05/2023)Complete the following form and join Central America Academy for information and regular updates.
Error: Formulario de contacto no encontrado.
Complete el siguiente formulario de suscripción y únase a la
Academia de Centroamérica para ofrecerles un mejor servicio.
Error: Formulario de contacto no encontrado.