L a economía costarricense sigue creciendo, pero da señales claras de perder su impulso. En el primer trimestre de 2017 el PIB creció un 3,4 por ciento anual con respecto al trimestre anterior, en tanto que ese crecimiento hace un año era del 3,9 por ciento.
¿Por qué crece menos la producción en la economía costarricense?
Los dos motores de crecimiento de la economía, el consumo de los hogares y las exportaciones de bienes y servicios, muestran una importante desaceleración.
En el primer trimestre de 2017 el consumo de los hogares creció tan solo un 1,9 por ciento. Hace un año este crecimiento era del 3,8 por ciento. El dinamismo del consumo a inicios del año pasado estuvo asociado a la reducción en el precio internacional de los combustibles. Esto mejoró los términos de intercambio y el ingreso nacional. Esta bonanza internacional de precios de los combustibles no se ha repetido durante este año.
En el primer trimestre de 2017 las exportaciones de bienes y servicios crecieron 1,3 por ciento. Hace un año ese crecimiento era del 8,5 por ciento. Es decir, hay una fuerte desaceleración en el motor de las exportaciones de bienes y servicios. La desaceleración de las exportaciones se observa tanto en las exportaciones de los bienes, como en las exportaciones de los servicios.
Las exportaciones de bienes agropecuarios, excepto banano, muestran bajos niveles de crecimiento. El mayor dinamismo de las exportaciones está en las zonas francas, específicamente en rubro de implementos médicos. En la exportación de servicios la desaceleración no está en el turismo, está en otros servicios. Llama la atención la desaceleración de las exportaciones de bienes y servicios, dado que el crecimiento economía mundial se ha ido consolidado poco a poco durante el año 2017.
¿Serán factores internos que frenan el proceso exportador?
En general, la radiografía del crecimiento de la economía en los tres primeros meses de 2017 muestra la pérdida de su dinamismo.
¿Se acentuará la desaceleración? Posiblemente, la economía costarricense disminuya su ritmo de crecimiento, dado que el Banco Central ha optado por una política monetaria más restrictiva. Las mayores tasas de interés posiblemente lleven a un menor crecimiento en el crédito, en el consumo y la inversión. El alto déficit fiscal y su financiamiento con recursos internos podría presionar con mayor fuerza el aumento de las tasas de interés y plantear riesgos importantes para la estabilidad y el crecimiento de la economía.
Articulo original de CRhoy