E n teoría, los colegios profesionales existen para corregir algunas distorsiones que se pueden presentar en el ejercicio de las profesiones liberales. Distorsiones que provienen de las asimetrías de información y externalidades, o la existencia de bienes públicos.
En la práctica, sin embargo, y según un estudio presentado en febrero pasado por la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom), los colegios profesionales funcionan como reguladores de la profesión.
A través de un análisis comparativo con otros países, así como con las mejores prácticas recomendadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el estudio concluye que las regulaciones de los colegios profesionales en Costa Rica están desfasadas; no corrigen las distorsiones y van más orientadas a limitar la competencia entre profesionales que a mejorar el servicio prestado a los usuarios.
Las regulaciones toman la forma de restricciones, como, por ejemplo, obligar a los profesionales a colegiarse para ejercer, establecer tarifas mínimas obligatorias, exigir exámenes de incorporación e imponer fuertes barreras a la entrada de profesionales extranjeros.
En consecuencia, en la mayoría de los casos, los servicios profesionales terminan siendo caros y de menor calidad, con la consecuente pérdida de eficiencia en la asignación de recursos en la economía.
Con base en el estudio mencionado, la Coprocom recomienda que se elimine la imposición de tarifas mínimas obligatorias —práctica establecida solo en Costa Rica— y que se supriman las barreras de entrada de profesionales extranjeros.
También, recomienda que se deroguen la obligatoriedad de colegiarse y los exámenes de incorporación para la mayoría de las profesiones. Únicamente debería mantenerse como excepción.
Recomienda, además, que el gobierno lleve a cabo un análisis detallado de la normativa de cada colegio con el fin de adecuarlas a la realidad de cada mercado, según sean las características particulares de estos.
El presidente Chaves, basado en el estudio de la Coprocom, anunció que estaba enviando a consulta un decreto para eliminar las tarifas mínimas obligatorias de la mayoría de los colegios.
Pero eso es solo una pequeña parte de las recomendaciones en el estudio. Hace falta más para lograr una rebaja en las tarifas profesionales sin deteriorar la calidad del servicio.
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Publicación original en La Nación (12/08/2022)