S i algún concepto, impulso o variable ha caracterizado el año que hoy termina y marcará el que mañana comienza, es la incertidumbre. La covid-19 se lleva el trofeo, con sus retos inesperados en salud, economía, sociedad, acción pública y condición humana, y un impacto universal-nacional pocas veces visto; por ello, más aleccionador.
El índice de Lerner, que constituye la base del estudio, se asemeja a un margen bruto y se define como IL = (P-CM)/P, donde P = tasa activa implícita y CM: Costos marginales que tienen tres componentes: CM1: Costo de captación; CM2: Estimaciones por malos créditos; CM3: Costos administrativos marginales. Representa una medida de poder de mercado que está entre 0 y 1 y se estima como función de diferentes variables de competencia y poder de mercado.
Mediante la utilización de distintos indicadores y la aplicación de técnicas especializadas, los autores encuentran resultados interesantes, algunos similares a investigaciones previas y otros más novedosos. El cálculo del IL en el 2008 para bancos públicos, privados y cooperativas se situó en alrededor de 0.5, 0.45 y 0.35, respectivamente; en tanto para 2019 disminuyó a 0.25, 0.35 y 0.2 en su orden, lo cual denota una significativa caída en poder de mercado bancario y una industria menos concentrada.
El análisis de los componentes del IL evidencia que la reducción en los márgenes de intermediación financiera se atribuye fundamentalmente al aumento de los costos por la cartera vencida, ya que las tasas de interés de los préstamos bajaron moderadamente. Asimismo, se determina que los costos más relevantes corresponden al endeudamiento y a las pérdidas por incobrables. Los gastos administrativos representan una pequeña parte de los costos marginales y destaca la significativa disminución en los bancos públicos: baja de 50% a 25% la ineficiencia en relación con los bancos privados y las cooperativas.
La competencia entre los intermediarios, medida por el Índice Hirschman Herfindahl (HH), aumentó moderadamente para préstamos, al caer 300 puntos, y un poco más para los depósitos, al reducirse en casi 700 puntos. El mercado crediticio se tornó menos concentrado ya que en el 2008 hubo poco menos de 7 prestamistas equivalentes (HHI de 1450) y para 2019 aumentó a 8.5 (HHI de 1150). El mercado de depósitos es más concentrado que el de préstamos, pero también subió de menos de 4 tomadores de depósitos equivalentes en 2008, a 5 en 2019. Estos resultados se explican por la pérdida de cuota de mercado de los dos bancos públicos más grandes (BNCR y BCR), capturada por un gran banco privado (BAC), los intermediarios más pequeños y principalmente las cooperativas.
Con el propósito de realizar un aporte adicional a la investigación, mediante algunas operaciones algebraicas, el IL se puede expresar como el inverso de la elasticidad precio de la demanda (E) en su valor absoluto IL=1/E. De conformidad con esta definición, el IL estará más cerca de 0, cuanto más E tienda a infinito y se aproxime a la competencia perfecta. Al contrario, IL se ubicará más cerca de 1, cuanto más pequeña sea E, lo cual implica mayor poder de mercado, tendiendo al monopolio. Un monopolista que busca maximizar los beneficios nunca estará en la parte inelástica de la curva de la demanda (E<1), razón por la cual la elasticidad siempre oscilará dentro de este rango ∞ ≥ E ≥ 1.
Utilizando las estimaciones de los IL obtenidas en el referido estudio, se puede calcular E mediante el inverso del IL, es decir E= 1/IL. Como puede observarse en el siguiente cuadro, las elasticidades se incrementaron de manera significativa en el período de análisis para todos los intermediarios; es decir, se enfrentaron a una demanda más elástica. Realizando desarrollos adicionales, puede derviarse la siguiente expresión: P=CM/(1-1/E), lo cual implica que entre mayor es E, la tasa de interés de los préstamos (P) tenderá a acercarse al costo marginal y, por tanto, reducir las ganancias extraordinarias. De ahí la tendencia decreciente que observan los márgenes de intermediación financiera.
El análisis de la industria bancaria costarricense entre 2008 y 2019 muestra, por medio de distintos indicadores, que la competencia se ha incrementado de manera significativa, en virtud de las distintas reformas estructurales adoptadas. El mercado se ha beneficiado en parte con menores márgenes de intermediación financiera, pero especialmente con una mayor oferta de servicios, atención de nichos de mercado y ampliación de plazos de los préstamos. Aun así, el mercado continúa siendo bastante imperfecto y requiere transformaciones adicionales, tales como las mencionadas en el artículo Reformas en el Sistema Financiero.
La prevalencia de información asimétrica, típica de los mercados crediticios, provocan problemas de selección adversa, riesgo moral y hasta racionamiento de préstamos. Para neutralizarlos es importante fortalecer los programas de educación e inclusión financiera y contar con una Central de Información Crediticia más amplia. Asimismo, sería de particular interés analizar el incremento en los préstamos morosos y la atención del marco jurídico para contribuir con el cumplimiento de los contratos y repago oportuno de los préstamos. Continuar con el fortalecimiento y desarrollo del sistema financiero es clave para aumentar la inversión, la productividad, el consumo y hasta mejorar la transmisión de la política monetaria.
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Publicación original en crhoy.com (22/12/2021)Complete the following form and join Central America Academy for information and regular updates.
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