L a calificadora de riesgos Standard & Poor’s (S&P) acaba de mejorar la calificación de la deuda pública de Costa Rica. Es una buena noticia.
Hay que recordar que la calificadora degradó la deuda del país en junio del 2020, aduciendo, en ese momento, el deterioro de las finanzas públicas, en un ambiente de incertidumbre por el ingreso de la pandemia de covid-19 y el rumbo de la política fiscal, tras la renuncia de dos ministros de Hacienda en menos de seis meses —incluida la del hoy presidente, Rodrigo Chaves—. Advertía S&P que, si la administración de Carlos Alvarado no corregía el rumbo, la perspectiva para la deuda pública costarricense sería aún más negativa.
Pues ahora, S&P vuelve la calificación a su nivel anterior. Esta vez se basa en el aumento en la recaudación de ingresos, la restricción de gastos del gobierno y el alto crecimiento de la producción, que resultaron en un superávit primario y una reducción de la deuda pública. Es decir, en estos dos años y medio, el país enderezó lo suficiente el rumbo como para que S&P volviera a tener confianza en el comportamiento fiscal.
Pero además, S&P manifiesta que espera que se mantenga el compromiso político del gobierno de bajar la deuda y la carga de intereses. De manera que Costa Rica puede seguir cumpliendo sus compromisos de deuda, gracias a la “fuerte tradición democrática de instituciones políticas estables, altos indicadores sociales y, en general, una formulación de políticas previsible, aunque lenta”.
En pocas palabras, S&P nos piropea a la vez que nos previene. Muy bien lo hecho hasta ahora, tanto en lo fiscal como en lo institucional, pero debe mantener el mismo rumbo. Advierten, particularmente, que no se deben hacer cambios a lo fundamental de la regla fiscal. El gobierno no debe dejar que el gasto público se dispare de nuevo, como en el pasado, que fue la principal causa del elevado incremento de la deuda. Cometer este error significará perder el beneplácito de los que le prestan dinero al país, incluido el Fondo Monetario Internacional.
También advierte S&P que, aunque demanda mucho tiempo tomar las decisiones políticas para corregir los problemas, es importante que el país mantenga su tradición democrática y su institucionalidad de pesos y contrapesos. Como dice el refrán, “poco a poco se llega lejos”.
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Publicación original en La Nación (24/02/2023)Complete the following form and join Central America Academy for information and regular updates.
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