M uchas personas siguen sorprendidas por los resultados de las últimas elecciones presidenciales y de diputados. Previo al domingo, todos sabíamos que íbamos a ir a una segunda ronda, pero no con quiénes. Más que análisis, hoy me gustaría compartir una reflexión.
En las tablas muestro la proporción de votos por presidente y diputados que cada partido recibió por provincia. Lo primero que quiero destacar es el gane contundente del Partido Liberación Nacional (PLN), lo cual es probablemente muestra de una base electoral sólida, que no se ha perdido y que José María Figueres ha sabido capitalizar. Asimismo, en las elecciones de diputados el PLN ganó fácilmente todas las provincias. En los votos para presidente, obtuvo más de 20% en cada provincia y sólo quedó de segundo en Puntarenas y Limón, en donde el partido Nueva República ganó.
Empero, hay un resultado todavía más robusto en las tablas: el abstencionismo. En estas elecciones este llegó a un nivel de 40.29%, lo que lo hace el más alto de la historia. Nadie puede decir con certeza qué tanto tuvo que ver la pandemia con esto, pero es consistente con una tendencia clara: el abstencionismo viene subiendo desde el 2010, en donde era un 30.88%. Para San José, Alajuela, Cartago y Heredia, al menos una de cada 3 personas que podía votar no lo hizo. Para Guanacaste, Puntarenas y Limón es prácticamente la mitad de las personas.
Por si mismo, estos resultados deberían ser escandalosos y tristes. Pero la verdad es que no son sorpresa, son reflejo del abandono y/o falta de efectividad del Estado en las zonas más vulnerables y pobres del país. También son consecuencia de que las políticas públicas han estado históricamente más concentradas en la GAM. Asimismo, estas zonas son lugares donde las iglesias tienen una mayor presencia que el gobierno y sus políticas públicas. Por lo tanto, no es entonces coincidencia que Fabricio Alvarado haya tenido gran apoyo en estas provincias. Por cierto, este fue un patrón muy similar al de las elecciones del 2018. Tristemente, pues parece que el país ha cambiado en su “valle centralismo” en cuatro años.
No obstante, no hay que deprimirse. También hay razones por las cuales ser optimista con el futuro del país. Primero que todo, al ser el país miembro de la OCDE, hay poco lugar para “mentirnos a nosotros mismos”. Ahora nos medimos mejor y nos comparamos con estándares internacionales más altos, es de esperar que la efectividad del gobierno y sus políticas públicas mejoren.
Adicionalmente, el déficit fiscal primario es prácticamente cero. Un gran logro considerando que la última vez que el país tuvo un déficit primario positivo fue en el 2008. Aunado a este logro, el déficit fiscal para el 2021 fue de 5.03%, el más bajo en 9 años. Sumando a estos resultados, el PIB creció en 7.6% en 2021, mucho más de lo que se esperaba en Octubre (5.4%) o Julio (3.9%) del año pasado. También se logró el mayor crecimiento en exportaciones en los últimos 15 años. A grandes rasgos, no parece que el potencial productivo del país se haya deteriorado mucho después de la pandemia.
¿Cuál es mi punto?
Los problemas de Costa Rica no son de derecha, ni izquierda ni centro. Tampoco tienen que ver con que uno diga #MeComoLaBronca o pensar qué #CostaRicaMereceGanar, o con tener o no tener experiencia política. Todos sabemos que la pobreza no baja, que el desempleo es alto, que hay muchas presas y que todo está muy caro. La razón por la cual la gente ya no va a votar es porque cada vez más personas dejan de creer que el gobierno puede cambiar sus vidas para bien. Pensar así y actuar basado en esto es un error grave, y sólo da razón para que quede quien quede realmente no le importe su trabajo. También perpetua la idea falsa de que todos los políticos son iguales, y que no importa quién sea presidente o diputado(a).
No nos agüevemos, pues seguimos siendo un país bello, bien querido internacionalmente y que tiene el potencial de generar riqueza para todos sus habitantes. Hay que seguirle exigiendo a nuestros políticos y trabajando por un mejor mañana.
#TiremosPaLante
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Publicación original en La República (11/02/2022)