E s común leer afirmaciones que señalan que el gasto que realiza Costa Rica en educación es mayor (muy superior) al que realizan todos los demás países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), pero los resultados educativos obtenidos de ese gasto son bajos (mucho más bajos) que los alcanzados por los países miembros de esa misma organización.
En este artículo desarrollaré el caso del porqué considero que dicha afirmación es errada, cuando se trata de realizar un ejercicio costo-efectividad de la inversión pública en educación. Para esto recurriré a tres tipos de datos que ofrecen una visión integral de la inversión educativa desde una perspectiva comparada, todos tomados del Education at a Glance de la OECD, un documento equiparable al denominado Informe del Estado de la Educación que produce el Programa Estado de la Nación en Costa Rica, pero el Education at a Glance tiene una perspectiva internacional.
Para esto, además, utilizaré como ejemplo el caso de Irlanda, un país que tiene grandes similitudes con Costa Rica en cuanto a su extensión territorial, tamaño de población y sistema educativo[1].
En los últimos años, Costa Rica ha dedicado cerca de un 7% del valor equivalente del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación pública[2]. Tomado como valor de referencia, ese 7% es, efectivamente, el porcentaje más alto que cualquier país miembro de la OECD dedica a la educación. En promedio, los países OECD invierten un 4,5% del PIB al sector educativo. con máximos de 6,4% en el caso de Chile, y de cerca de 5,8% en países como Estados Unidos, el Reino Unido o Noruega. Irlanda, por su parte, destina un 2,9% del PIB a su sistema educativo.
Es de esos datos que se deriva la frase de que Costa Rica invierte más que otros países en educación, pero lo cierto es que basarse únicamente en dichos porcentajes implica un sesgo que no permite comparar de forma efectiva la inversión en educación de cada país.
La pregunta natural, continuando con el ejemplo del país Irlandés, sería: ¿Irlanda invierte menos en educación que Costa Rica? Quienes afirman que Costa Rica es el país de la OECD que más gasta en educación, no dudarían en concluir que Costa Rica invierte más que Irlanda. Pero una parte importante del sesgo mencionado se debe al hecho de que cada país se encuentra en estados diferentes de competitividad y productividad, lo que impacta la medición final del PIB.
En Irlanda, por ejemplo, el PIB es casi cinco veces más elevado que el de Costa Rica. Esto quiere decir que sólo en términos relativos, Costa Rica dedica más presupuesto a la educación (con respecto al PIB), pero en términos nominales, Irlanda invierte más, mucho más presupuesto a lo interno de su sistema educativo.
Ambas interpretaciones continúan sin ser suficientes. Los países no sólo difieren en su capacidad productiva, sino también en la cantidad de habitantes en los que se debe distribuir la riqueza. Es por esta razón que el indicador por excelencia para comparar la riqueza de los países es el PIB per cápita, y no el PIB. El PIB per cápita ofrece una señal de cuál es el nivel de ingreso medio que tendría un potencial ciudadano de cada país.
Bajo esa perspectiva, Irlanda es el tercer país más rico de la OECD (más de $100 mil anuales por persona), cuyo promedio de la organización es de $48 mil anuales, y en donde Costa Rica se ubica en la última posición, con un PIB per cápita de $23 anuales[3].
Pues de la misma forma, la inversión en educación no debe analizarse como un monto nominal comparado con el PIB, sino que debe ajustarse para tomar en cuenta el tamaño de la población beneficiaria, en este caso, los estudiantes. La OECD calcula y publica ese dato.
En el Education at a glance 2020, se evidencia que Costa Rica es uno de los países donde menos se invierten recursos por alumno dentro del sistema de educación, ya que mientras que la inversión educativa por estudiante en Costa Rica es de $4.997 anuales, el promedio de la OCDE es de $10.102, lo que ubica a Costa Rica en niveles realmente bajos de inversión educativa, y lejos de los umbrales para alcanzar niveles óptimos educativos.
Entonces, ¿Irlanda invierte menos en educación que Costa Rica? La respuesta es no. La inversión por estudiante del país Irlandés es de $8.823 anuales, casi el doble del monto por estudiante invertido en Costa Rica.
Los resultados que genera el sistema educativo no son sólo consecuencia de la inversión en educación; otros factores, como la calidad del cuerpo docente, de la infraestructura escolar o de la política social para evitar la exclusión estudiantil, también tiene una cuota de importancia en la explicación de los resultados educativos.
Sin embargo, un análisis simple pero poderoso, realizado por la OECD, permite observar la relación más precisa entre inversión educativa (por estudiante) y logros escolares.
La evaluación internacional PISA, mide el nivel de habilidades de los estudiantes en lectura, ciencias y matemáticas, a la edad de 15 años. Dado lo anterior, la OECD realiza una estimación de la inversión acumulada que hace un país, durante todos los años que un estudiante está en el sistema educativo, y hasta cumplir los 15 años, para compararlo con el rendimiento en lectura.
El gráfico, que muestro seguidamente, mide la relación entre mayor inversión por estudiante (eje X) y mayor puntaje en la evaluación lectora (eje Y).
La propia OECD concluye, en el Informe PISA 2018 (Volumen I), que 1) una mayor inversión de recursos por estudiante sí se asocia con un mejor rendimiento escolar y, 2) los rendimientos por esa inversión son más altos en el rango de $25 mil a $75 mil por estudiante. De acuerdo con la OECD, Costa Rica realiza una inversión acumulada por estudiante (hasta sus 15 años) de $48 mil, lo que quiere decir que aún existe espacio para que el aumento en la inversión educativa por alumno se traduzca en mejoras en el rendimiento escolar. Irlanda, por ejemplo, con una inversión acumulada de $90 mil, se encuentra en la parte de la curva donde los retornos a la inversión educativa son más modestos.
Espero haber demostrado, con datos, que la inversión costarricense en educación no es (ni de cerca) la más alta de los países de la OECD. De hecho, más bien nos ubicamos en la parte más baja del ranking, dado que lo relevante es la inversión que realizamos por estudiante.
Esto no quiere decir que la calidad del gasto no sea importante; por el contrario, tanto los recursos que se invierten hoy, como los que puedan ser generados en el futuro, deben ser direccionados hacia rubros, programas y proyectos que brinden altos réditos para el sistema educativo como un todo.
No obstante, el incumplimiento sistemático al mandato constitucional de dedicar el 8% del PIB a la educación, y el retroceso en la inversión desde el 2018, tienen a Costa Rica en una mala posición para intentar ofrecer un mejor servicio educativo a sus niños y jóvenes.
[1] En Irlanda vivían 4.7 millones de personas (último censo en el año 2016), un número de población similar al costarricense (4.8 millones de habitantes en el 2016, según proyecciones del INEC). Su sistema educativo también tiene similitudes con respecto a Costa Rica: 64 mil docentes atendiendo a 934 mil estudiantes en 4.000 centros educativos (Costa Rica posee 65 mil docentes, poco más de un millón de estudiantes y cerca de 4.500 centros educativos). Su ciclo educativo también se asemeja al nuestro, con dos años de educación preescolar, seis años de educación primaria, tres años de Junior Cycle y tres años de Senior Cycle.
[2] Al menos hasta el año 2019. En el año 2022 el gasto en educación fue de 6%.
[3] PIB per cápita ajustado por paridad de poder de compra y año base 2021. Ver Informe Económico de la OECD.
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Publicación original en crhoy.com (02/03/2023)